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Vida y obra de grandes artistas, en poemas de Manuel Sáenz Carazo
El autor español hace un recorrido por el Greco y Picasso, por Góngora y Pessoa, en sus vidas y obras.
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Con Cortázar, Belli descubrió el poder que alcanza la literatura
La poeta y narradora nicaragüense dice que se sintió deslumbrada con las obras del autor argentino, muy en especial “Rayuela”.
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El flamenco despierta a cualquiera, asegura Miguel Poveda
El cantaor da continuidad a su perfil artístico, especialmente cercano a Federico García Lorca, ahora con “Poema del Cante Jondo”.
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Hay “atomización” en la poesía argentina, según Luis Benítez
El poeta y novelista sostiene que la comunicación e integración entre autores y gestores, que ahora faltan, producirían un “enriquecimiento”.
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“Desbordes hacia lo teatral”, en poemas de la española Ordóñez
La autora nacida en Palma, Mallorca, en 1996, ganó el premio “Ciudad de Estepona” con la obra “Que se contradicen”.
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Fieras “subterráneas” de la poeta mexicana Sofía Sánchez
Según el español Javier Bozalongo, también poeta, los textos de esta autora están libres de clasificaciones que se aplican actualmente.
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Grissel Gómez Estrada (México) / La ruta de la lluvia
Romper espejos
¿Cuál espejo es el tuyo, mujer?
De todas las gotas que forman
el mar de tu cuerpo,
de todas las ondas que tejen
tu diamante de espejos,
de esa cascada de carne,
de esa margarita que tiembla a cada mirada
y se enfrenta en forma de lanza
a leones que pululan como hormigas,
de todas ellas,
¿quién eres tú?Tienes tres espejos delante.
Uno gira y salta, camina solitario por las calles
y te gusta;
a veces se queda callado y llora.
Y yo, que no tengo más melodías,
manejo la casa, las piernas, la sangre y la leche
entre chatarra y vino,
hábilmente,
convencida,
mientras el tercer espejo observa,
observa en la zaga del camino
del que sigue a la multitud temblando,
(porque todos tiemblan, Grissel).
Qué decir de los espejos que rompiste
en el camino,
hace años y años,
antes de nacer
antes de que se escribiera mi encuentro contigo,
antes de que el tercero supiera
que tiene las manos llenas de tinta
y su misión en este mundo
es escribir en papelitos rotos
y romper espejos.La mañana en que me besaras
Tantas voces sobre el dolor que gimen,
por siglos martillando la cabeza,
me demandan silencio, sin embargo,
soy gotitas que toman otro cauce.
Pero tu piel de vitral el deletreo
no palpa, no oye, ni intuye los gritos.
Con prurito, entonces, las gotitas
humedecen este papel en blanco,
cantan a ti: rumiante que silencios
engulle: autista, brida.
Las gotas inventan un cerro rojo
se vuelven tormenta que arrancará
tu casa con su lluvia colérica.
Pero podrían ser, por ti,
girasoles gigantes
que dieran sombra a tu atadura,
turba de notas,
alacranes defendiendo tus ojos,
en la mañana estival en que me besaras.Otra vida
Camina vestida de lirio
y embruja:
la ruta de la lluvia
es vida para los muertos,
resurrección,
astros cayendo hacia el imán de tu presencia,
hacia ti que eres lirio
y escorpión,
cascada,
cascada de luces,
hacia ti,
invento de ti misma,
que no existes más que en tu palabra
y sobre el puente de arco
danzante bajo tus pies.
Alimenta esta celda,
estos barrotes cuna de serpientes,
hombres barbados
y mujeres mutiladas;
contempla esta arena que succiona la noche,
y mira,
mira la Luz que tuviste entre los dedos,
la Luz saliendo de tus ojos;
mira al Sol ser fuego y nube cada madrugada,
mira la sedienta marcha de las montañas
y el rostro de la tierra abriéndose a tu paso,
abriéndose para ti y tus parpados de luz,
abriéndose en tus sentidos para beber la vida
y tragar el perfume del jazmín.
No olvides esta muerte que mantiene el fuego en tus ojos,
este laberinto que se escurre
gotea, bala hacia la luna:
un mar, otro mar, otro rostro de otoño y vientos
mujer lirio, mujer luz,
mujer laberinto que busca su propia salida,
árbol frutal, árbol sangrante,
aprehende el sembradío que gotean tus ojos
el trayecto de la palabra
que desgarra, que deshace los vientos
para entregarse a ti
en una pelea a muerte,
en la angustia de conocer el cosmos,
el río,
y el olvido.
Imagina la luz de otros ojos que no existen,
que nunca han existido
sino en el coito de tus laberintos
y sus senderos,
recuérdalo todo,
aunque sangre el mar,
y suspira,
porque la melancolía es la senda
de otras aguas bautismales.Fragmentos
I.
Distendidas
estas alas en reposo
han soltado lentamente
las sogas hambrientas de tus dedosII.
No es este clavo
es la presencia oscilante del desierto
cadencia rojiza
que vibra en murmullos
murmullos calientes
apenas si pasanno es este clavo
III.
Labios
de una línea apenas
decretando el aparcado finalIV.
Distendidas
estas alas en reposo
sobre espuma
han soltado lentamente
las sogas con hambre de tus dedos.V.
Tal vez quisieras haber nacido en este cuerpo
como rama
pero desmontas en silencio
hace un calambre desmontas en silencio
hace un árbol desmontas en silencio
hace una estalactita desmontas en silencioVI.
Precipitadas aureolas en selvas de virgen
suma el aura de tus pesadillas
aullido: senda en tu transitar sin luna
Alguien debe llegar antes
Alguien debe saberloVII.
Distendidas
sobre espuma
estas alas
han soltado lentamente
las sogas con hambre
de tus dedos.Nuevas salidas de la condesa sangrienta
I
Para variar, oscurece.
Podemos salir, si apeteces del sol la lisonja.
Hoy hay buen cine.
Caminemos por ahí, quizá.
Tu espalda vacila, ante los albores del alba.
Yo temo: no vaya a ser que me deshaga ante la luz.
Se correrá el riesgo por tu dorso como de sueño antiguo.
Casi veo correr la sangre en él.II
Te invito a revelar tu magia.
Supón que mi cuerpo sufra
metamorfosis entre tus manos.
Supón que mi sudor sea tu elixir.
Supón que esta piel, que se eriza ante ti,
sangrará al volverse efigie de tus deseos.
Supón que el acto brutal de la penetración
me convierta en doncella o ángel
y que mis colmillos se queden clavados en tu cuello
hasta que acabe el sortilegio,
o que mis garras se hundan en tus costillas
hasta desaparecer dentro de ti.
Entonces deberé cuidarme.
Pero esta vez, el pantano puede esperar.(Grissel Gómez Estrada nació en Ciudad de México, en 1970. Publicó los libros de poesía “Los clavos de fuego de la noche”, “Poemas de neurosis y antineurosis”, “Otra vida” y “La vampira despliega sus alas”. Poemas suyos están incluidos en varias antologías. Es doctora en Letras Mexicanas, graduada en la Universidad Nacional Autónoma de México. Ganó el premio de poesía de la Universidad Autónoma de México, en 1996, y el segundo lugar en el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta, al año siguiente. Es también ensayista y especialista en la tradición oral mexicana).
Declarada de interés cultural (2014)